Asesoramiento para la gestión y el liderazgo en los equipos de trabajo
Para empezar a trabajar en el proceso de desarrollo de la capacidad de liderazgo, hay que tener en cuenta y valorar lo que denominamos el ambiente. El ambiente es el medio que sostiene la vida y el desarrollo de todas las empresas y actividades del ser humano. Sin un ambiente sano, estas actividades no tendrían ningún valor, pues si en su aspecto social, familiar y laboral el ambiente se deteriora, todos los esfuerzos y los aparentes progreso y bienestar alcanzados se derrumbarían al desaparecer los cimientos que los sostienen. Una empresa sin armonía es como un edificio sin cimientos.
La armonía es un equilibrio que produce satisfacción, estimula la creatividad, despierta el entusiasmo, mejora la comunicación, facilita la participación y crea un ambiente propicio para la obtención de excelentes resultados en cualquier área de la actividad humana. Un mal ambiente acaba con cualquier entusiasmo. El líder es alguien que tiene en su interior la capacidad de influir sobre el ambiente. Mientras uno crea que su estado interior depende del ambiente no podrá hacer nada, permanecerá bloqueado, pues así es imposible tener éxito; una persona que tenga esa creencia no se ha encontrado a sí misma.
Para generar un proceso de prosperidad es necesario, en cambio, no permitir que los estados exteriores afecten negativamente al propio interior y preparar el terreno social, donde el líder puede sembrar las semillas de la prosperidad.